Todos tenemos la capacidad de desvincularnos de las emociones y los pensamientos negativos. Sólo hay que situarse detrás de los mismos para contemplarlos desde la barrera.
No hay que hacer nada salvo no identificarse, observar y esperar. Llegará el día en que incluso disfrutaremos de ello porque lo reconoceremos como preciosas <<vivencias>>.
Recordemos: siempre tenemos la posibilidad de asentarnos en nuestra <<mente grande>> para dejar que las impresiones aparezcan, fluyan y se vayan por donde vinieron.
Es muy importante no involucrarse con la mente, diga lo que diga. No luchar contra ella, no intentar cambiarla. Se trata de aprender a relajarse ante sus diálogos maníacos y no dejarse arrastrar.
Fuente: twitter.com