Los insultos sólo tienen poder para quien cree en ellos. Pero si les otorgamos su valía real -ninguna-, si los entendemos sólo como locuras de personas inmaduras, no nos afectarán en absoluto. ¡Qué liberación!
Fuente: dolorsmaspsicologa.com
Los insultos sólo tienen poder para quien cree en ellos. Pero si les otorgamos su valía real -ninguna-, si los entendemos sólo como locuras de personas inmaduras, no nos afectarán en absoluto. ¡Qué liberación!
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