Afrontando el dolor

Hola amig@s

Hoy os quiero dejar un texto muy interesante que explica cómo podemos afrontar mejor el dolor aplicando el pensamiento racional. Espero que os guste.

Un abrazo!!

SIN MIEDO AL DOLOR

Lo que pensamos y sentimos no sólo puede afectar al dolor que sufrimos, sino que, de hecho afecta a todo nuestro organismo . Una de las creencias más arraigadas es pensar de que no podemos sufrir y ser felices al mismo tiempo. En esta sociedad parece que lo que se nos pide, lo que se espera de nosotros , es que vivamos sin sufrir, que andemos por la vida con una felicidad plena en la que no haya el más mínimo espacio para el sufrimiento. Sufrir no se considera algo propio de la condición humana, sino que se ve como algo anormal. Podemos oír » Hasta que no me desaparezca el dolor totalmente no seré feliz» » Cuando haya desaparecido el dolor , todo irá sobre ruedas! Posponemos nuestro bienestar al momento en el que no tengamos ningún tipo de dolor . Pensamos que la felicidad tiene que ser plena, absoluta sin un ápice de dolor.

Algunos  estudios que se han llevado a cabo sobre   las personas que presentan  dolor,  evidencian que el sufrimiento no depende tanto de la causa orgánica del dolor sino de  como la persona vive su situación, de lo que piensa sobre su situación . Con los pensamientos: «Es espantoso y pienso que no lo voy a soportar» » Es terrible y no lo voy a poder soportar» el sufrimiento inunda la forma de ver su vida y acentúan el dolor. Por eso,  es mejor hacerles un espacio y no obsesionarse con eliminarlos y seguir viviendo, persiguiendo nuestros objetivos. Lo más negativo no son los pensamientos en si mismos, sino sobre todo, querer controlarlos. Cuando queremos controlar los pensamientos que provocan el dolor, lo que en realidad conseguimos, en muchas ocasiones, es generar una hipervigilancia, esto es , estamos constantemente prestando atención al dolor y a las sensaciones que conlleva para controlarlas y eliminarlas. Y la hipervigilancia  lo que suele generar es que sintamos todavía más dolor y sobre todo frustración porque no podemos controlarlo. La obsesión por el control es el problema. Prestemos atención a nuestros pequeños cambios de humor y en ese momento detengámonos para atrapar el pensamiento que corre por nuestra mente, no tenemos que hacer nada con él. No debemos intentar eliminarlo,  sino simplemente dejarle un espacio, dejarlo tranquilo. Si lo vemos y lo aceptamos como una parte de nosotros, dejándole un espacio suficiente, se quedara en su sitio sin inundar nuestra vida. Solamente el hecho de mirarlo cara a cara impedirá que nos afecte tanto como cuando se cuela.

La persona puede sentir más o menos dolor dependiendo de lo que se diga acerca del mismo. El dolor es desagradable pero no limita totalmente nuestra vida, porque aún experimentándolo, siempre podemos hacer cosas positivas que nos darán satisfacción. «Puedo hacer infinidad de cosas, pese al dolor» «No me gusta el dolor,es molesto,  pero si lo tuviera, no sería el fin de mi vida, aún podría hacer cosas». »

Las personas que, por una cuestión de salud, tienen que soportar dolor todos los días y lo llevan bien, agudizan su búsqueda de la felicidad en valores como la amistad, el amor, la pasión por un trabajo importante, la pasión por la vida. Digamos que lo que pierden por un lado, lo ganan por otro y, a veces , el balance suele ser   positivo.

dolor Antonia Urrea

Antonia Urrea
Psicóloga colaboradora del Centro de Terapia Breve de Rafael Santandreu

2 comentarios en “Afrontando el dolor

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  • Libros recomendados

  • Artículos publicados por mes