Hola amig@s
Os dejo un texto muy interesante sobre una de las creencias irracionales más habituales y que nos puede generar mucho malestar: la exigencia de tener las cosas claras. Vamos a ver en qué consiste y cómo afrontarla. Espero que os guste.
Un abrazo!
Muchas veces nos encontramos en situaciones de no saber qué hacer. Esto a nadie le sorprende, es algo común. Pero si nos referimos a situaciones que se consideran más importantes, como qué estudiar, en qué trabajar, si tener hijos o no…parece que esa duda no se permite tanto.
En ocasiones hemos oído “cuando lo tenga claro, lo haré” o al revés, “no lo hago porque no lo tengo claro”, como si tenerlo claro fuese una garantía de éxito, de que entonces uno estará más motivado, o ilusionado y que se enfrentará a dificultades con mas soltura porque lo tiene claro. La quimera de este tiempo.
Esta ya es la primera dificultad y la primera exigencia que aparece en la toma de decisiones: he de saber siempre lo que quiero.
Esto, más que marcar un rumbo, es un inconveniente, porque no permite la flexibilidad de dudar, de tener opciones, y sobre todo de afrontar aquello que se empieza con la libertad de vivirlo plenamente, con sus equivocaciones, con sus dudas…dudar es lícito, nos enseña a valorar opciones y a tener alternativas.
Otra cosa es darle vueltas sin resolver. Es como estar de pie en medio de un cruce de caminos deshojando la margarita. Pensar no es resolver.
Pensar, decidir y actuar ya implica acción, comenzar a andar, a ver qué pasa, a abrir el camino y a dar la oportunidad de tener esa experiencia.
Si no me muevo, también lo decido. Aplazar, postergar o dar vueltas es una forma de no tomar partido.
A menudo, detrás de esta exigencia vienen otras: qué pensarán los demás si fracaso? por qué los demás si lo tienen tan claro (y tan fácil)? ese es otro efecto que parece que se produce, que los demás nunca han dudado, que otros en tu situación ya sabrían que hacer…ésas son las ideas falsas, que no ayudan, y no liberan de la duda principal, que es “si no sale como espero, podré seguir adelante?” la duda no es por las condiciones o por las circunstancias, sino, realmente, sobre la capacidad de uno mismo de llevarlo a cabo y a seguir adelante. La creencia de que pase lo que pase, es una experiencia y formará parte de mi historia y de mi aprendizaje.
La próxima vez que nos hallemos en el cruce, además de preguntarnos cuál es la mejor opción, podemos incluir, quiero vivir esto? y con una mente abierta la respuesta se ve más clara.
Ana Aparici
Psicóloga colaboradora del Centro de Terapia Breve de Rafael Santandreu
Hola Rafael te saludo desde Jalisco Mexico gracias por tus escritos me an dado muchas buenas energias y alegran mi dia a dia un fuerte abrazo
Muchas gracias Flor! Un abrazo!