Hola amig@s!!
Hoy os traemos un texto muy interesante para el manejo de la ira.
Abrazo,
La ira es una de las emociones básicas que poseen los seres humanos y otras especies animales. La característica principal es una activación intensa de todo el organismo con un fin: superar un obstáculo de alguna naturaleza que el individuo haya valorado.
A nivel conductual la ira podríamos decir que busca un “objeto”, normalmente el percibido como generador del malestar. La finalidad originaria de esta emoción era la eliminación de la barrera para poder seguir con nuestro camino. Pero raramente la ira es útil en el mundo moderno, donde nuestras amenazas al bienestar no suelen ser físicas, de estricta supervivencia de la persona, sino psicosociales. ¿Sería una buena idea golpear a un jefe que no satisface nuestras demandas salariales? En definitiva, tendremos que saber que cuando sintamos esta emoción, lo esperable será la búsqueda de atacar, “destruir”. En ocasiones logramos desviar esta energía hacia otro objeto. El ejemplo anterior, en lugar de abofetear al jefe, doy un puñetazo a la pared o lo que es muy frecuente, busco otro ser humano en quien canalizarla (p.ej: la pareja).
A nivel cognitivo el pensamiento fundamental que subyace es la negación: eso que está sucediendo no debería ser como es. Una falsa y apremiante necesidad de que la realidad se amolde en ese instante a lo que deseamos. Si profundizamos en detalle, podemos considerar que se puede manifestar al menos de tres formas este pensamiento:
- Necesidad de justicia: la idea de que las cosas y los otros han de funcionar acorde a un determinado patrón que nosotros escogemos como el que DEBERIA SER. Por muy lógico que sea dicho patrón, el problema es que el mundo no tiende a ser regular y razonable.
- Necesidad de correspondencia: más centrado en los otros, la idea de que si yo he realizado cierto comportamiento el otro debería hacerlo también. Yo cuide de su hijo durante las vacaciones, ahora él debería hacer lo mismo. También a la inversa, si yo no hecho algo el otro tampoco debería. Si yo en todo momento he sido cortés, ¿porque él no lo es (y debería serlo)?
- Necesidad de comodidad: muy ligada a las anteriores, la creencia de que la vida me ha de ser fácil y no me ha de implicar mayores dificultades de las que yo he previsto.
Si alguien quiere deshacerse de la más destructiva de las emociones, tendrá que trabajar duro para frenar sus impulsos ofensivos y cambiar de filosofía de vida. Será duro…¿pero quien dijo que debería ser distinto?
Miguel Jabalera
Psicólogo Colaborador del Centro de Terapia de Rafael Santandreu
Pues yo creo que en ciertos momentos de la vida, viene muy bien un poco de ira o de rabia para movilizarse.
Al fin y al cabo, la naturaleza nos ha dotado de agresividad como animales que somos y si esta, es por algo
No necesariamente hay que tener Ira para movilizarse.
Ha habido grandes movilizaciones en la historia llenas de paz o de no agresión.
Gracias por tu comentario!
¿Por qué entonces la naturaleza nos ha dotado de agresividad a los seres humanos (animales biológicos)? ¿Para qué está o la tenemos? ¿O son dos opciones para movilizarse:la del amor o la ira?
Pilar,
Si bien la ira en nuestros orígenes más remotos la ira nos podía ayudar a sobrevivir (si estoy en la selva y viene un animal a atacarme, la ira me moviliza a favor de mi supervivencia) actualmente no hay leones en las esquinas y por lo tanto, no estamos realmente en peligro. Está demostrado que desde el amor uno consigue más y que la bondad reporta unos beneficios a nivel cerebral brutales. Te dejo este artículo tan interesante: https://www.lavanguardia.com/lacontra/20170327/421220248157/la-base-de-un-cerebro-sano-es-la-bondad-y-se-puede-entrenar.html
Saludos amorosos!
Estoy de acuerdo con ello
la ira es un sentimiento terrible en el que deberíamos cada ser humano trabajar para evitarla, es una de las mayores puertas para las terriblilizaciones.
Yo a menudo por no decir constantemente siento ira interna, y lo descargo con la gente más cercana. Soy consciente de ese sentimiento el cual no me gusta sentir para nada pero no logro controlarlo.
Hola Erika, hay muchas herramientas y técnicas que te pueden ayudar a comprender las causas de tu ira y a controlarla. Bibliografía que trate desde una perspectiva ciéntífica y terapéutica este tema o una adecuada psicoterapia te pueden ayudar, pero es requisito la apertura mental al cambio de creencias sobre las personas y entorno y la constancia en el trabajo pesonal. Un abrazo
Interesante de donde viene la ira. Uno puede gracias a ello saber de donde viene la suya y con amor y muuucha paciencia corregirla. Gracias Miguel
Magnífica reflexión que invita a hacernos la vida más fácil y placentera. Sin embargo me pregunto: es natural negar una emoción básica del ser humano? Acaso la rabia no tiene un lado útil que explica su existencia? A menudo nos puede llevar a una acción buena para nosotros que requiere de esa fuerza. Gracias
Hola David, las emociones no se pueden negar, están ahí y es positivo que las podamos identificar para poder valorar amenazas (reales o distorsionadas) y actuar de forma eficaz. La ira es una emoción muy intensa que, por un lado, deriva de esas exigencias y «necesititis» (creencias absolutistas no ajustadas a la realidad y poco prácticas) de comodidad y reciprocidad, y por el otro, nos lleva a mayor «locura», más pensamientos y acciones desajustadas y perjudiciales. El problema radica en esos «debería» que subyacen de la rabia, sobre el entorno, que no nos permite aceptarlo como es y modificar lo que esté en nuestras manos desde la serenidad y la comprensión. Hay que diferenciar el malestar, el enfado ante las frustraciones inevitables de la vida, que sentimos cuando deseamos que las cosas se ajusten a nuestras preferencias u objetivos, de la ira exigente que nos ciega, castiga, niega lo que es, y nos desvía de una búsqueda práctica de soluciones o simplemente de la aceptación y el retorno a nuestro camino de la vida.
Creo que en si la naturaleza nos ha dotado de rabia e ira será por algo. …Hay veces que da esa fuerza para hacer algo o moverte hacia adelante en la vida
Como bien dice el artículo: «La finalidad originaria de esta emoción era la eliminación de la barrera para poder seguir con nuestro camino. Pero raramente la ira es útil en el mundo moderno, donde nuestras amenazas al bienestar no suelen ser físicas, de estricta supervivencia de la persona, sino psicosociales».
Saludos y gracias por escribir!
Buenas tardes. Tengo muchísimo interés en el tema del que trata este artículo, ya que tengo un hijo de trece años que sufre unos episodios tremendos de ira desde hace varios años y estamos desesperados. En general es un niño encantador pero cuando tiene alguna dificultad (normalmente en el tema académico), por pequeña que sea, su respuesta es tan exagerada que acaba teniendo unas crisis terribles de gritos, lanzamiento de objetos… Descontrola totalmente, es como de pelicula. Da la sensación de que hubiera automatizado esa respusta, y la reproduce cada vez que algo no le sale. He intentado todo (relajación, hacerle caso, no hacerle caso… ) pero nada parece funcionar y no sé cómo ayudarle. Aunque cuando está tranquilo consigo que razone, y trato de darle herramientas para que no le vuelva a suceder, hasta ahora no lo he conseguido. Me preocupa porque está entrando en la adolescencia y las crisis pueden ser cada vez peores. Comentas en tu artículo que hay que trabajar duro para frenar esos impulsos, pero querría saber cómo hacerlo.
Muchísimas gracias
Hola Isabel. Es importante que un profesional pueda evaluar su problema, para detectar factores que pueden influir (emocionales, ambientales, familiares, biológicos, etc.) en la instauración de este patrón emocional y conductual y daros las herramientas más adecuadas y adaptadas a vuestro caso. Sigue siendo importante la perseverancia y congruencia de las estrategias de regulación emocional y modificación de ciertas conductas impulsivas ante las frustraciones, pero antes os aconsejo que un buen profesional especializado en dificultades conductuales en niños y adolescentes pueda evaluar el problema. ¡Un abrazo!
Trabajar la ira es duro, yo primero tuve que cambiar los pensamientos y aceptar situaciones dejar fluir y los resultados son muy satisfactorios, gracias por compartir