Una de las medidas para permanecer cuerdo en un mundo irracional es no entrar nunca en diálogos de locos. Cuando las personas que tenemos al lado se pongan nerviosas, exageren, nos exijan cosas que no deseamos conceder…, lo fundamental será no entrar en su dinámica, no discutir en los mismos términos que ellos, pues, en ese momento, están desviados de la realidad. Intentar razonar con alguien que temporalmente no está en su sano juicio no es razonable.
Imagen sacada de: lapagina17.blogspot.com