Las amigas y amigos: los verdaderos amores

Hola amig@s!!

Hoy os traemos un texto muy interesante sobre la amistad. Esperamos que os guste!!

Abrazo,

Una de las consultas que con más frecuencia veo en terapia tiene que ver con el amor sentimental: los pacientes destinan gran parte del tiempo a hablar de sus parejas, ex parejas o ausencia de ellas.

Y hasta sufren con “terribilismo” y “necesititis” las vivencias relacionadas con esta parte de la vida. Cuando estamos muy neuróticos/as, esperamos y deseamos cualquier pequeña muestra de afecto de amor romántico: esperamos “migajas de cariño” a través de un wasap, un “like”, una conversación o una propuesta relacionada con el futuro. A veces llega a convertirse en una obsesión y condiciona totalmente nuestro estado de ánimo del día!

Olvidamos con demasiada frecuencia el amor que recibimos a raudales, y que nos llega de manera natural: sin tener que ganárnoslo, simplemente por ser tú mismo. Es el amor de nuestros amigos/as. Esas personas que siempre están. Tú cambias de trabajo, cambias de ciudad, estás mal, luego estás bien, no tienes pareja, luego sí, luego no tienes, vas y vuelves. Pero hay amigos que siguen ahí.

Te invito hoy a que elijas una manera de pensar más racional, más realista. Que renuncies al neuroticismo de fijarte siempre en lo que te falta, en lo que aún no tienes y te fijes en el amor que llega a ti de manera natural, lo identifiques y lo agradezcas sin darlo por hecho. Eso es precisamente la fortaleza de la gratitud, que tan bien plasmada queda en este fantástico artículo de Rosa Montero.

Gracias

Rosa Montero

Llevo meses intentando escribir un artículo sobre la amistad y siempre me detiene el miedo de no estar a la altura. De que mis palabras no logren merecerse a mis amigos. Las loas a la amistad son un lugar común demasiado común: todo el mundo se calienta la boca hablando de ello (yo también lo he hecho). «Lo más importante en la vida son los amigos», gorjean alegremente los concursantes más descerebrados de los reality shows o las contertulias más malvadas de la telebasura. Amigos y amistad son hermosas palabras que el uso y el abuso han desgastado.

Lo de la amistad es como el amor. Todo el mundo cree saber de ello, todos nos consideramos grandes conocedores del asunto, expertos en los sentimientos y en la pasión, cuando, en realidad, son dos materias complejas e infinitas, profundos rincones del ser que uno sólo empieza a entender cuando madura. De jóvenes, de muy jóvenes, amigos y amores te llegan fácilmente, son una lluvia cálida y revuelta, confusa, ligera, amontonada. De joven, de muy joven, en realidad no escoges, aunque lo creas. Te haces amigo y te enamoras de lo primero que pasa. Porque necesitas querer. Somos así, y esa necesidad es conmovedora.

«Con los años, las amistades se profundizan. Alcanzan un nivel de emoción indescriptible»

Y luego vas viviendo y te vas haciendo. Con suerte, y con esfuerzo, es posible que empieces a conocerte un poco. Y también vas encontrando a tu gente, a esas personas que se convertirán en tu mundo, en tu territorio. La única patria que reconozco son mis amigos. Es una patria exigente. La amistad requiere atención, entrega, riego constante. Hay que invertir muchas horas en cultivarla. Ahora que soy mayor, sé con toda certidumbre que es el mejor destino que puedes dar a tu tiempo. Es una de las cosas que he aprendido.

Digan lo que digan los animosos partidarios del optimismo vital, envejecer es algo bastante desagradable. Envejecer es perder; pierdes a la gente querida que se muere; pierdes capacidades físicas y, sobre todo, pierdes futuro: con lo hermosa que es la vida, cada vez se te queda más chica por delante. Pero con los años también ganas un par de cosas muy valiosas: sin duda experiencia, y si te lo trabajas, sabiduría, que es la suma del conocimiento intelectual y de la madurez emocional. Pero, sobre todo, ganas ese pasado común con los amigos. Crecer con los amigos, envejecer con ellos, ir trenzando a la espalda, con esos testigos de tu vida, años y años de una biografía compartida, es algo absolutamente maravilloso. Con los años, con los muchos años (yo tengo amigos activos desde hace tres décadas), las amistades se profundizan y agigantan. Alcanzan un nivel de emoción y de veracidad indescriptible.

Porque, con los años, las amistades se prueban de verdad. El tiempo puede herir; hay momentos en los que el tiempo se vuelve salvaje, y muerde y desgarra como una bestia furiosa. Y en esos tránsitos penosos de tu vida, en la angustia, en los problemas, en la desolación y la incertidumbre, los verdaderos amigos acuden a tu rescate. Con tal generosidad, con tal facilidad afectuosa, que realizan auténticas proezas como si en realidad no les costara nada (la última proeza sobrehumana que han hecho mis amigos por mí ha sido ayudarme en un traslado de domicilio y montarme la casa, prácticamente ellos solos, en cinco días). Los amigos te salvan literalmente la vida y lo hacen sin esperar nada, sin alardear de nada, por el puro placer de dar. Modestamente grandiosos.

A veces he jugado a imaginar cuáles serían mis últimos pensamientos antes de morir. Cómo sería el balance de mi existencia. Durante muchos años he supuesto que esas memorias ardientes y finales estarían compuestas por recuerdos de mis amores más apasionados, de la infancia y la familia, quizá de algunos momentos de mi escritura. Pero ahora sé que en ese recuento final brillarán como islas de luz algunos momentos mágicos con mis amigos. Esos regalos de cariño que me han dado, tan inmensos que siento que es imposible merecerlos. Eso también es la verdadera amistad: la sensación de estar felizmente en deuda con los otros. Por todo eso que ya hemos vivido, y por todo lo que todavía viviremos, gracias. Muchas gracias

Este artículo apareció en el diario EL PAIS el 19 de septiembre de 2010

Adela Lasierra

Psicóloga Colaboradora del Centro de Terapia de Rafael Santandreu

4 comentarios en “Las amigas y amigos: los verdaderos amores

  1. Miguel Gonzalez sevilla

    Los amigos has de saber conocerlos y saber que no te van a fallar.Que siempre van a estar ahí.Y que son de verdad tus amigod

    Reply

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