Hola amig@s
Os dejo un texto muy interesante sobre la obsesión por mantenerse delgado y cómo esto puede perjudicar al bienestar físico y emocional.
Un abrazo!!
LA MODA DE LA DELGADEZ
Victoire es una modelo francesa de 18 años que como tantas otras se obsesionó con perder peso para poder ser una top model, así que estuvo durante unos meses comiendo tres manzanas diarias. Consiguió su objetivo pero a cambio de su salud: tuvo anorexia nerviosa y, entre otros síntomas, se le caía el pelo, perdió la regla, tenía osteoporosis y la tensión muy baja. Para explicar su experiencia ha escrito un libro, en el que defiende que no puede imponerse un cuerpo enfermo como ideal de belleza. Le obligaban a tener una talla 32-34 y ella ha dicho basta ya.
Hace pocos días aparecía una noticia en el Reino Unido. La autoridad británica que regula la calidad de los anuncios, ASA, prohibió un anuncio de Gucci por la delgadez enfermiza de la modelo. Ellos se defienden diciendo que su publicidad va dirigida a un público adulto y sofisticado (como si ser sofisticado implicara ser enfermizamente delgado) y que a la modelo no se le ven los huesos (¡!)
En el mundo occidental hay una presión social, especialmente hacia las mujeres, para conseguir un cuerpo más delgado del que corresponde por constitución. Esto hace que haya muchas mujeres enfrascadas en dietas para perder peso porque su cuerpo les parece gordo o que le sobran kilos, aunque esto muchas veces no es verdad. Tras la presencia persistente de modelos excesivamente delgadas nos quieren convencer que eso es lo que hay que conseguir, aunque muchas veces es imposible y otras tiene costes a nivel emocional y social por no permitirse comer ciertos alimentos, renunciar a reuniones sociales, malestar con el propio cuerpo…, en definitiva, todo esto lleva a no sentirse bien con uno mismo y a no disfrutar de muchas cosas buenas de la vida. En los casos más extremos se puede llegar a desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria como anorexia o bulimia nerviosa.
Ningún estudio científico ha demostrado que la gente delgada sea más feliz. Así que lo aconsejable, tanto física como psicológicamente, es mantener un peso saludable y no obsesionarse con bajar de peso. Asimismo, la autoestima de cada persona debería depender de otros aspectos mucho más importantes que el físico.
Mª José Moreno
Psicóloga colaboradora del Centro de Terapia Breve de Rafael Santandreu