Creencias acerca del sexo

Hola amig@s!

para hoy hemos preparado un texto sobre las creencias y exigencias que en ocasiones nos encontramos en relación al sexo. Esperamos que os resulte interesante

Un abrazo,

La sexualidad es un área más de vida, ni más ni menos importante que otras y uno de nuestros objetivos es que la persona se sienta bien y cómoda con ella misma así cómo mejorar su calidad de vida. Vienen las dificultades en esta área cuando hay falta de interés, imposibilidad de sentir placer, fracaso en la respuesta fisiológica necesaria para la interacción sexual, o una incapacidad para controlar o sentir el orgasmo. Es decir, cuando hay dificultades para participar en la relación sexual deseada.

Tener problemas sexuales en algún momento de la vida es habitual. Lo importante no es tener un problema, sino que hacer con él, sin responsabilizar al otro o culpabilizarnos a nosotros por padecerla. Es interesante y a veces necesario revisar nuestras creencias para poder disfrutarlo plenamente. El objetivo sería no sufrir sino asimilar que una vida sexual sana no está exenta de problemas, el tema es como reaccionamos ante él y cómo lo interpretamos, esto último es lo que a veces constituye un segundo problema.

Tal y como argumentaba Albert Ellis desde la Terapia Racional Emocional Conductual (TREC) creada en 1955 la raíz del sufrimiento está en el mantenimiento de creencias exigentes con respecto a nosotros mismos, los demás y el mundo y no tanto de los acontecimientos que nos ocurren en nuestra vida. Ser conscientes de estas creencias disfuncionales que nos llevan al malestar y discernir cuales son las creencias que nos llevan al bienestar es nuestro objetivo, así como aprender estrategias, métodos cognitivos, emocionales y conductuales que nos lleven al camino del bienestar.  La creencia racional se nutre de la evidencia empírica y no de la fantasía, se nutre de argumentos lógicos y coherentes y produce resultados que nos ayudan a alcanzar nuestras metas. Por ejemplo ideas como » tengo que llegar obligatoriamente al orgasmo» decimos que es irracional porque la persona lo vive como una obligación, una exigencia. Es una preferencia pero no una obligación, la preferencia no equivale a obligación. No llegar no significa ausencia absoluta de placer, sino ausencia de orgasmo, iremos hacia él cuando soltemos la exigencia.

Cuando la persona se exige a si misma puede hacer acto de aparición el problema. Suele aparecer la idea dogmática de «tener que ser muy competente sexualmente y conseguir la admiración del otro, para considerarse valioso y aceptado» y que si fracasa en su intento será terrible cuestionando incluso su propio valor como persona. Esta creencia irracional es la que suele generar ansiedad, vergüenza, culpa y sentimientos de inferioridad. Esto provocará que la persona evite la situación temida, se evita afrontar el problema sexual por miedo al rechazo. Al evitar mantenemos el problema, en cambio a través del afrontamiento y la experiencia aprendemos a manejar el problema, conociendo mejor nuestro cuerpo y a nosotros mismos.

Otra de las fuentes de malestar es la exigencia hacia los demás » me tienen que tratar siempre y en todo momento tal y como yo quiero».  Esto suele producir rabia y situaciones conflictivas porque en vez de expresar las preferencias de forma adecuada y tranquila se hace de forma agresiva, pasiva u hostil. Las exigencias nos llevan a la infelicidad. El camino hacia el encuentro saludable con el otro es la vía de asumir nuestra propia responsabilidad y colaborar con el otro para manejar el problema.

Otra idea que nos da problemas es la exigencia de que el sexo debe ser siempre placentero, fácil, natural, sin conflicto. En algunos casos la persona tiene la creencia que es muy difícil esforzarse para mejorar la relación, con lo que pospone, evita las dificultades en vez de resolver los problemas. A medida que nos esforzamos, perseveramos y toleramos la frustración iremos manejando y solucionando el problema.

EL placer se mostrará cuando soltemos las exigencias desmesuradas, reconozcamos la responsabilidad del propio placer y valoremos más el intento que los resultados.

Con las exigencias se generan resistencias y disminuye el deseo. Los pensamientos no dependen de nuestra voluntad; nuestras creencias si pueden estar influidas por nuestra voluntad. Lo que sentimos depende en gran parte de lo que creemos y lo que creemos depende de nuestra información. Podemos manejar el placer sexual y mejorar su calidad en la medida en que revisamos nuestras creencias y tengamos alternativas que nos permitan interpretar de manera realista nuestras experiencias. La técnica es corregir el dialogo que nos hace daño: descartar «todo o nada», los juicios de tipo «bueno o malo», el pensamiento mágico y los «debería».

Antonia Urrea

Psicóloga Colaboradora del Centro de Terapia Breve de Rafael Santandreu

5 comentarios en “Creencias acerca del sexo

  1. Luisa

    Hola Rafael santandreu Le doy gracias Dios por haberte colocado en mi vida la cambiaste de una forma radical que mi Dios te bendiga por siempre ?

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