Hola amig@s!

Se ha escrito mucha literatura en torno a cómo uno mismo puede manejar la ansiedad que padece y sus síntomas, pero, ¿qué podemos hacer si presenciamos que alguien de nuestro entorno está sufriendo un ataque de ansiedad? Ahora lo veremos

Un abrazo,

Lo más importante a considerar sobre la ansiedad es que la persona que la padece no puede controlarla realmente. No es una cosa que se puede encender o apagar a voluntad, es algo con lo que tiene que vivir quien lo sufre, hasta que consiga superarlo, pero esto supone todo un proceso, que debe tratarse bajo la supervisión de un, o una, profesional de la psicología. Decirle que se calmen o que deje de reaccionar exageradamente podría empeorar el problema. Sería comparable a que te contagies de la gripe y alguien te diga que dejes de toser y que lo superes.

Alguien con ansiedad puede tener problemas de seguridad en sí mismo. Es posible que presente temor a que las personas le rechacen por el hecho de padecer ansiedad o incluso puede que tenga otro tipo de miedos. Una de las mejores cosas que puedes hacer es asegurarle que, a pesar de padecer ansiedad, le sigues apreciando. Intenta mantener a esa persona con ansiedad en tu vida y recuérdale lo que vale para tí como persona. Felicítale cuando lo hagan bien, y aliéntale cuando no lo hagan. Como dice un viejo refrán, el conocimiento es la mitad de la batalla.

Una buena manera de ayudar a esa persona que estimas y que padece ansiedad es saber por lo que está pasando. Trata de entender los síntomas y por qué afectan a esa persona, y cómo ayudarla. Si tiene ansiedad en público, préstate a ayudarla, acompáñala a un lugar cómodo y pregúntele qué necesita y facilítaselo, en la medida de lo posible. A veces lo único que necesita es una bocanada de aire fresco o quizás abandonar el lugar o el evento en el que se encuentran.

Si tiene miedo de hacer algo, ofrécete para hacerlo por ellos o ayúdala a que ella misma lo realicen. Asegúrate de que esté cómoda y no le empujes a hacerlo, si no quiere. En general, estar ahí para, esta persona, puede significar un mundo. Ser una mano solidaria y orientadora. Anímala, y lo más importante, sea un amigo.

Consejos prácticos para asistir a alguien que está sufriendo un ataque de ansiedad.

• Primero, confirma que efectivamente la persona está teniendo un ataque de pánico. Puedes comprobarlo al ver si muestra alguno -o todos- de los síntomas típicos de un ataque de pánico (por ejemplo, sensaciones constantes de inquietud y miedo, manos sudorosas, no poder estar tranquila o cómoda, respiraciones cortas, problemas para dormir debido al miedo o el estrés, miedos irracionales, tensión constante, ser incapaz de disfrutar de un evento o tiempo debido a estar asustado o inquieto, no poder hacer algo en público debido al miedo, sentirse estresado haciendo algo en público, ser consciente de sí mismo, miedo a que los demás lo juzguen, ataques de pánico, perfeccionismo, conductas compulsivas, sensación constante de muerte inminente, dudar de sus propias habilidades).
• Luego, haz que esté cómoda. Facilítale espacio y asegúrate de que permanezca en una posición en la que se encuentre segura y no suponga un peligro para ella misma, ni para los demás.
• Trata de no mantener un contacto físico con la persona que está teniendo el ataque, a menos que ella te lo solicite. Pregunta antes de tocarle, ya que podría asustarse y empeorar el ataque de pánico.
• Después haga que respire e intente que se concentre en las cosas que le rodean. Pídele que te cuente una historia sobre su recuerdo favorito de su niñez, o cuántas nubes ven en el cielo. Si no pudiera responder, háblale y cuéntale tú mismo una historia, como la trama de una serie de televisión, o sobre un artículo de noticias que usted vio.
• Mientras le distraes, mantenle respirando profundamente y asegúrate de que no está pensando en su ataque de pánico. Las oraciones tranquilizadoras se pueden usar para ayudar a estas personas y contribuyen a reducir la gravedad del ataque. Algunos ejemplos pueden ser decirle que está segura y que usted le ayudará. Aquí mostramos algunos ejemplos más concreto que se pueden usar: “Estás bien. Estás segura. Nada puede hacerte daño ahora mismo. No estás en peligro. Estoy aquí y te protegeré.  Escúchame. Estoy aquí. estás aquí. Tú y yo estamos a salvo. Estamos bien. No estamos en peligro estamos bien, y lo seguiremos estando».

Repite el proceso hasta que esté en calma y haya vuelto a un estado normal.  Después de que termine el ataque, facilítale todo lo que necesite (agua, comida, etc.) y asegúrate de que esté cómoda.

Una vez superado el episodio de pánico, muéstrale que le aprecias, que es importante en tu vida. Hazle saber que solo porque ha tenido un ataque de pánico, no cambia tu perspectiva sobre ella.

Si ves que necesita espacio, dáselo, pero asegúrate de que el ataque de pánico haya terminado y de que está estable. Puedes chequearle después del ataque de pánico y observar si está mejorando.Trátala con cuidado y no comentes este episodio con otros sin su permiso expreso.

Al final de todo permítete un auto-reconocimiento: ”¡He hecho un gran trabajo!”. Es importante ayudar a las personas que apreciamos cuando están en apuros.

Claudio M. López Mora.

Psicólogo del equipo del Centro de Terapia Breve de Rafael Santandreu.