Hola amig@s!!

Una amiga del Centro de Terapia Breve, me envió un email. Ella hace terapia con Silvia Borreguero, de nuestro equipo de Barcelona. Y me comentaba que le gustaría escribir una carta de agradecimiento a Silvia por el trabajo realizado juntos. Así, en plan sorpresa para Silvia. Por supuesto, le dije que sí ya que todos estos testimonios, sirven de ejemplo y motivación para muchos!! Así que ahí va la carta!! 

“Desde hace muchos años que padezco de ansiedad y en el pasado estuve en tratamiento con algún psiquiatra y psicólogo pero solo mejoraba algún aspecto, aunque al final la ansiedad volvía con más fuerza.

Cansada de empeorar cada vez más, decidí contactar con el Centro de Rafael, pues me encontraba en mi peor momento, muy angustiada, metida en un pozo negro donde no encontraba alivio con nada, ni siquiera con actividades como ejercicio físico, yoga. Incluso en ocasiones tenía el pensamiento de si valía la pena vivir así.

Entonces comencé la terapia y continúo hoy en día con la psicóloga del Centro Silvia Borreguero, no hay suficientes palabras de agradecimiento por lo excepcional y brillante profesional que es mi psicóloga. Gracias a su extraordinaria profesionalidad logré salir en poco tiempo de ese pozo negro, y hoy en día seguimos trabajando en ello. Mi ansiedad se había cronificado debido a haberla padecido durante tantos años, por lo que hemos estado trabajando Silvia y yo al máximo, tengo que decir que es muy importante el trabajo diario de los deberes de la terapia.

También quiero recalcar que Silvia es excepcional como persona. Es para mí como un ángel que me guía y me enseña cómo vivir y aceptar las dificultades que me voy encontrando en la vida de la mejor forma posible. Porque la clave no es querer eliminar lo negativo, es aceptarlo y dejar que pase, porque forma parte de la normalidad de la vida y de la vivencia del ser humano.
Pero el momento más crítico que he vivido ocurrió hace unas semanas, cuando me diagnosticaron un posible cáncer e incluso después de una de las pruebas médicas me lo llegaron a confirmar.

Los primeros días fueron difíciles, las primeras veinticuatros horas sentí mucho miedo y angustia, pero esta vez tenía un motivo real, esta ansiedad sí era funcional, este ha sido uno de los aprendizajes importantes que he experimentado en esta situación tan complicada. Después de esas primeras horas decidí que, a pesar de sentir que estaba metida en un agujero negro, me iba a poner manos a la obra y a encontrar la mejor manera de poder sobrellevar esta enfermedad, lo primero que hice fue recoger toda la información que pude y me puse en manos de los mejores especialistas y tratamientos de la zona.

También otro alivio grandísimo que me propuse fue disfrutar de cada pequeña situación que me iba encontrando, el descanso, observar el cielo, una flor, saborear cada plato de comida e incluso en el trabajo encontraba el disfrute en muchas de las tareas que realizaba. Cada mañana al despertar me decía a mí misma “hoy tengo por delante un día entero para disfrutar”. Quiero recalcar que durante todo ese tiempo el miedo y la preocupación de esta enfermedad no desaparecían, pero gracias a la fortaleza que he adquirido con la terapia: afrontar, aceptar, tolerar y dejar pasar el tiempo, ese miedo y preocupación los logré sobrellevar de la mejor forma posible, hasta yo misma me encontraba sorprendida.

Finalmente he tenido mucha suerte y después de varias pruebas y especialistas el diagnóstico es mucho más leve de lo que parecía y solo requiere vigilancia.
Ha sido una experiencia brutal que me ha demostrado la fortaleza que todos tenemos dentro ante las grandes dificultades.

Quiero agradecer también a todas las personas que me han ayudado y apoyado tanto en estos días tan difíciles, entre ellas a mi psicóloga Silvia que siempre está ahí ante cualquier dificultad que se me presenta y gracias a ella estoy disfrutando de la vida como nunca.

A Rafael Santandreu agradecerle que siempre que he asistido a sus conferencias y a la firma de sus libros lo amable y cercano que ha sido conmigo.”