
La gente cuyas aspiraciones – no sólo de dinero, sino de amigos, familia, trabajo, salud, etc.- superan por mucho lo que ya tienen, tienden a ser menos felices que los que perciben una diferencia menor. En vez de satisfacer nuestros deseos, muchos simplemente deseamos más. Al parecer, la buena vida se mantiene siempre fuera de nuestro alcance.
Fuente: slideplayer.es