El poeta romano Horacio escribió los siguientes versos: «Carpe diem, quam minimum credula postero», que se podrían traducir como: «Aprovecha el día, no confíes en el mañana». Horacio era un hombre muy espiritual, y su invitación a vivir el presente era producto de sus momentos de sintonía religiosa. Cuando sintonizamos con la espiritualidad, nos sobreviene cierta sensación de eternidad que deja sin contenido ni sentido a la muerte.
 
Fuente: pinterest.com

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