Los seres humanos tendemos a imaginar situaciones ideales –que sólo existen en nuestra mente- y luego nos enfadamos o entristecemos si no se cumplen. Empezamos diciéndonos, ilusionados: “Qué bien estaría si todo el mundo me tratase con amabilidad” y , acabamos quejándonos amargamente: “Qué asco que la gente sea tan maleducada”. Esa falta de aceptacíón de la realidad es la base de la infelicidad.
 
Fuente: lamenteesmaravillosa.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Las siguientes reglas del RGPD deben leerse y aceptarse:
Este formulario recopila tu nombre, correo electrónico y e contenido para que podamos realizar un seguimiento de los comentarios dejados en la web. Para más información revisa nuestra política de privacidad, donde encontrarás más información sobre dónde, cómo y por qué almacenamos tus datos.

  • Libros recomendados

  • Artículos publicados por mes