Durante su pasado, el cascarrabias permitió, poco a poco, que el hábito nocivo de la queja empezase a invadir su mente. Cuando quiso dar marcha atrás, era demasiado tarde: <<¡Ya todo es una m…!>>.
Para que una persona de estas pueda transformarse, os voy a indicar los tres pasos para iniciar el proceso del cambio.
1- Aceptar los problemas de antemano
2- Darse cuenta de que esos inconvenientes no son relevantes para la felicidad.
3- Focalizar la atención en las maravillas que aún tenemos a nuestro alcance.

Fuente: haikudeck.com