Una forma de experimentar que la vida es maravillosa y que necesitamos muy poco para ser felices es afinar nuestra capaci- dad de apreciar lo pequeño. Es la práctica del wabi-sabi. Y es que se podría decir que la fortaleza emocional y la felicidad se hallan en las pequeñas cosas de la vida: una copa de vino, un artículo bien escrito, una siestecita después de comer, una ráfaga de aire fresco por la mañana…
rocío
 
Imagen sacada de: porque.es

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